Marcador cerró en 96 a 13.
Por Prensa ADESUP
Aunque el equipo femenino de básquetbol de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) dio todo en la cancha de la Casa del Deporte, poco pudo hacer frente a las chicas de la Universidad de Concepción (UDEC), que – más que nunca – salieron inspiradas al campo de juego a demostrar el poderío local, en un duelo pendiente de la 6ª fecha del torneo LDES Biobío.
En el primer período, las dueñas de casa dejaban que las católicas movieran el balón y se acercaran al aro rival, pero ya en la zona de peligro presionaban lo suficiente a las visitantes, dificultándoles los lanzamientos y las bandejas; los continuos rebotes fueron aprovechados por las del Campanil que, en rápidos contragolpes, cruzaban la cancha para anotar, tras una seguidilla de veloces pases que, en varias ocasiones, confundieron a la defensa extranjera. Con un parcial de 24 a 4, las locales no perdieron tiempo.
Durante el segundo cuarto del partido, la UCSC marcó con mayor efectividad y se lució con varias bandejas; la UDEC, sin embargo, siguió moviendo colectivamente la pelota, manteniendo la supremacía con un 18 a 4, con el que se fueron a la pausa.
Tras el breve descanso, el quinteto local no quiso riesgos: repitiendo una danza de ágiles pases – de la mano de varias jugadas de laboratorio y destrezas individuales – las chicas del Campanil volvieron a colocar el marcador a su favor, desarmando el juego de las católicas, que infructuosamente intentaban anotar. El 26 a 2 silenció la banca visitante.
El último período fue un déjà vu, donde la UDEC salió a la cancha a liquidar el duelo: a rato daba la sensación de que el cuadro local era más numeroso, producto de la agilidad con la que se desplazaba por el campo cuando atacaba, para confundir al equipo visitante. Durante los momentos finales, ambos quintetos siguieron dejando todo en la cancha, y sin mostrar signos de cansancio, apostaron por sus últimos dardos donde – pese a la amplia diferencia en el marcador – la UCSC no dejó de acercarse al aro local.
El 23 a 3 del cuarto decretó el 96 a 13 final de un duelo que, más allá del resultado, se selló con un cariñoso saludo entre ambos quintetos: ejemplo de humildad y respeto, digno de imitar.