Fútbol Varones ADESUP: IPVG «mete miedo» y gana clásico duelo a UDEC casi al cierre del torneo

Marcador final fue de 3 a 1.

Por Prensa ADESUP / Imagen de Archivo

Pendiente desde la 4ª fecha del campeonato de Fútbol Varones ADESUP, los equipos del Instituto Profesional Virginio Gómez (IPVG) y de la Universidad de Concepción (UDEC) saldaron la deuda frente a un entusiasta público que, aprovechando el agradable día primaveral, acudió hasta la cancha del Campanil para animar a los jugadores.

Iniciado el encuentro, de inmediato el Virginio tomó protagonismo, y tras una limpia y dinámica jugada colectiva, un pase desde el centro del área chica hacia la izquierda de la boca del arco, engaña al portero, quien es incapaz de evitar la apertura del marcador.

Ambos equipos contragolpean con velocidad y la caída de jugadores bordeando el área grande (primero de UDEC y enseguida de IPVG), hace reaccionar a las bancas y al público.

El Campanil presiona y casi anota tras el desmarque de un delantero, a quien su puntería le juega una mala pasada. Pero la UDEC insiste y logra un córner a su favor; el balón es despejado a medias por un defensor albiceleste, cuyo rebote es aprovechando por los universitarios, que con un potente remate desde fuera del área grande, emparejan el marcador.

Ambas oncenas buscan la disparidad y llegan con peligro a cada pórtico rival, poniendo a prueba a los guardametas, que se lucen conteniendo pelotas con destreza.

Una vez más, UDEC pierde la oportunidad de aumentar su cuenta; está presionando más, y el Virginio trata de contener su avance… Corre el minuto 25, y la fuerza excesiva aplicada por un jugador de IPVG hacia un mediocampista rival, es sancionada por el juez del partido con una segunda tarjeta amarilla, obligando su expulsión. La banca albiceleste se inquieta y la UDEC se ilusiona con la posibilidad de mejorar su desempeño.

img_20161028_154027Los equipos se enredan en el centro del campo, y el Campanil trata con esmero de aumentar su cuenta. Un potente remate es desviado por el portero del Virginio, forzando el tiro de esquina. UDEC no logra dominar el balón, e IPVG corre rápidamente hacia el área rival. El contragolpe es un balde de agua fría: con un jugador menos, los albicelestes suman su segundo gol…, y se van al descanso con la frente en alto.

Tras la pausa, la UDEC retorna a la cancha con más “garra”; una primera llegada casi finaliza en un gol de cabeza, pero el arquero del Virginio se luce. Sería la primera de varias eficaces tapadas.

En el minuto 13 de la fracción, un error en la salida del portero universitario casi le permite a IPVG sumar otro gol, pero la rápida reacción de un defensor en la línea del arco, evita el “trágico” desenlace.

El Virginio agarra confianza y mejora su juego ofensivo; el público lo nota y comenta en las gradas: “Ni se ve que tienen uno menos…”. Mientras tanto, en la cancha, el guardameta de IPVG se gana los aplausos de la galería, tras tapar en reiteradas ocasiones los remates del Campanil.

Restan sólo 10 minutos para que finalice el encuentro, y el Virginio “baila” en la cancha: tras una pantalla que engaña al portero UDEC, un certero disparo diagonal desde el área grande conquista la red, sentenciando el duelo.

Los universitarios se descontrolan y cometen faltas; la doble amarilla es mostrada a un jugador del Campanil y ambos equipos quedan con 10 jugadores. El castigo no tendría mayor repercusión durante los últimos instantes del encuentro, porque tras un último avance del Virginio, el árbitro decreta el fin del partido.

Un 3 a 1 que reflejó la victoria de un Virginio que asustó en la cancha, pero enamoró en la galería.