Nicolás Sanhueza Sepúlveda, rugbista: «Para practicar este deporte sólo se necesita actitud y valores»

Por Prensa ADESUP

 

A los 14 años de edad lo invitaron a jugar rugby y se enamoró de esta disciplina. Hoy, Nicolás Sanhueza Sepúlveda (22) – estudiante de Administración de Empresas en INACAP – es el capitán de su equipo, y sueña con levantar la copa ADESUP el 2016.

 

¿Por qué elegiste el rugby como disciplina deportiva?

Jugaba fútbol en Deportes Concepción y me lesioné las dos rodillas; estaba un poco aburrido del fútbol… y en eso mi cuñado me invitó a jugar rugby. Ahí conocí la gran familia de la Universidad de Concepción, donde me enseñaron los valores y el estilo de vida: el ser responsable; donde uno no puede salir a carretear; donde tu cuerpo debes cuidarlo todo el fin de semana para dar lo mejor en la cancha y afuera de ella.

 

¿A qué edad fue eso?

Juego rugby desde los 14 años en la UdeC; ahora por Inacap empecé a jugar ADESUP.

 

¿Y qué te ha parecido el torneo ADESUP?

Es una muy bonita experiencia, donde se mezclan jugadores expertos y novatos, y creo que es muy bueno para compartir aprendizajes y vivencias…

 

¿Qué desafíos asumes como capitán del equipo INACAP?

Primero que todo, enseñar los valores del rugby, porque el rugby no es solamente un deporte, sino un estilo de vida. Y segundo, salir campeones el próximo año. Tenemos algunas falencias, que se pueden suplir con entrenamiento y harto esfuerzo. Pero creemos que tenemos potencial y que podemos levantar la copa el 2016.

 

Según tu experiencia, ¿cuáles son las características que debe tener un rugbista?

La actitud y los valores. No se necesita nada más.

 

¿Cuál es tu rutina de ejercicios?

Entreno cuatro veces a la semana, dos en Inacap y dos en la UdeC. Practico cardio y ahora estoy potenciando fuerza, por mi posición. Estoy jugando de “fly” y necesito estar más fuerte y más potente, y mejorar la estabilidad, que la experiencia y los entrenamientos van entregando.

 

¿Qué opina tu familia?

En un principio a mi mamá le daba mucho miedo, porque tenía 14 años y me enfrentaba a jóvenes que pesaban 120 kilos y pensaba que me podía quebrar (ríe). Ahora peso 80, pero en ese tiempo pesaba 50, 60 kilos. Igual me fueron apoyando cada vez más, y hoy en día están orgullosos de mí por todo lo que he logrado con este deporte.

iYY-_BGymr6ucV2CUGYrmQPcWjzRc0Nan0bPfd0_v58

¿Y qué te dicen tus amigos?

Siempre me molestan y me dicen “el rugbista”, y además me bromean por el tema del peso, porque no parezco rugbista. La gente me dice que el rugbista es el tipo musculoso, el cabeza de músculo, pero no es así, porque en este deporte hay de todo tipo de jugadores, desde el gordito hasta el más flaco; desde el más alto, al más chico. Hay de todo.

 

Cuando no estás entrenando ni estudiando, ¿qué haces?

Soy bien hogareño y me dedico harto a la casa, y como hobby tengo algunos programas computacionales. Así que si resumo: rugby, polola, familia y estudio.

 

¿A tu polola le gusta que juegues rugby?

Ella viene a verme a todos los partidos (sonríe). A ella le emociona mucho que juegue rugby, porque sabe que es algo que me libera de todos mis problemas, especialmente si tuve una mala semana: llego a la cancha y lo boto todo. Así que ella me apoya y a mí me gusta que me acompañe.

 

¿Qué experiencia te ha marcado en el rugby? ¿Has visto o sufrido alguna lesión fuerte?

He visto hartas lesiones, pero nunca le he tomado tanta atención a eso. Más que todo, siempre me ha marcado el ver que un partido puede ser muy violento entre equipos rivales, pero una vez que éste finaliza, todos compartimos el tercer tiempo, sin rencores. Creo que agregaría eso al campeonato ADESUP, porque en el rugby es importante el tercer tiempo.

 

Finalmente, ¿hasta cuándo has pensado jugar rugby?

Pretendo hacerlo hasta lo que más me dé mi cuerpo. Y después, si Dios quiere, tener hijos e incentivarlos en la práctica de este deporte: es la mejor forma de aprender los valores que te acompañarán toda tu vida.